EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN LAS PEDAGOGÍAS CRÍTICAS

UN TRABAJO DIALÉCTICO

  • Taise Dallasen UNIVERSIDADE FEDERAL DA FRONTEIRA SUL
  • Francisco Gárate Vergara Centro de Investigación Iberoamericano en Educación https://orcid.org/0000-0002-4295-8255
  • Daniela Morales Vera Centro de Investigación Iberoamericano en Educación
  • Daniela Muñoz Cheuque Centro de Investigación Iberoamericano en Educación

Resumo

El presente escrito considera referentes contemporáneos que han contribuido en la formación de la pedagogía crítica mediante el pensamiento crítico-reflexivo, con el propósito de transformar y cambiar los modelos tradicionales y normalizadores de la sociedad mediante la ruptura del capitalismo y neoliberalismo; siendo esencial conocer y reconocer las peculiaridades de los procesos de enseñanza-aprendizaje dada su importancia para modificar los paradigmas sociales, políticos y económicos en pos de la educación. Cabe mencionar que las reformas educativas deben considerar el pensamiento crítico como un elemento sustancial a mejorar en los procesos educativos, pues mediante el pensamiento crítico los profesionales de la educación intervienen en los componentes tanto internos como externos de la realidad socio-educativa, estableciendo estrategias y/o metodologías que les permitan favorecer y promover los aprendizajes de sus estudiantes. Para ello, es fundamental propiciar discusiones o instancias de diálogo en torno a los sistemas educativos con sus respectivos modelos constructivistas, currículos escolares, competencias funcionalistas, marxistas y teorías que contemplan pensamientos críticos en el campo educativo. En efecto, para propiciar la formación y transformación crítica, reflexiva y emancipadora es necesario que los profesionales sean intelectuales de la educación que consideren diversos referentes teóricos que sustenten su propio cambio de paradigma a otro que avale su desarrollo en la pedagogía y pensamiento crítico. Así, el objetivo se centra en comprender el proceso de desarrollo del pensamiento crítico-reflexivo a partir de las pedagogías críticas empleadas en el aula; por otro lado, la pregunta de estudio que guía este escrito corresponde a ¿cómo contribuyen las pedagogías críticas al proceso de construcción del pensamiento crítico-reflexivo? La metodología propuesta para la promoción del pensamiento crítico-reflexivo se sustenta en un estudio de revisión bibliográfica. Para la organización de la información se elaboró una tabla de datos con el propósito de facilitar la estructura organizada de la información; para ello, se realizó una recopilación teórica de diversos autores acerca de las pedagogías críticas y el pensamiento crítico-reflexivo con la finalidad de exponer de forma clara y objetiva sus concepciones para posteriormente realizar la discusión y lograr responder a la pregunta de investigación, dando así cumplimiento al objetivo. El pensamiento crítico se construye con docentes esperanzados en transformar la realidad, es decir, ser agentes de cambio en pro de una pedagogía crítica que rompa los parámetros de escolarización; pues Freire (2012, p. 150) manifiesta que “Como presencia en la historia y en el mundo lucho esperanzadamente por los sueños, por la utopía, por la esperanza, con miras a una pedagogía crítica. Y mi lucha no es en vano”. Por lo tanto, la labor de los educadores no debe enfocarse en acciones de adoctrinamiento y normalización de las diferencias, pues como sujetos pensantes socialistas revolucionarios luchamos por la construcción colectiva de la sociedad (McLaren, 2020). En efecto, McLaren (2020) manifiesta que el educador crítico promoverá las relaciones horizontales en lugar de relaciones verticales de superioridad, ya que está estrategias propicia el diálogo continúo, la escucha activa y la participación que guía a los estudiantes a procesos de justificación y análisis de sus acciones e ideas como dueños de sus propias decisiones. Entonces, los docentes deben ser sujetos empoderados con convicciones firmes que se sustenten en políticas socio-educativas que propicien la inclusión, equidad e igualdad en las aulas; a lo largo de los años Freire ha destacado que el objetivo de la educación debe ser coherente con la realidad de los estudiantes. Asimismo, McLaren manifiesta que la educación es un medio de transformación política de los oprimidos; por ende, toda la comunidad educativa debe comprometerse con la construcción de un mundo sin opresión. E incluso, desde el punto de vista de Giroux el rol docente debe construir pensamientos críticos en sus estudiantes pues todos los individuos son capaces de ser intelectuales transformativos frente a su realidad. Por otro lado, desde el punto de vista de las pedagogías críticas, el rol docente consiste en formar personas críticas y reflexivas a través de la apropiación de sus enseñanzas, propiciando espacios de diálogo para que sus estudiantes expresen libremente sus ideas a medida que se otorga sentido a sus opiniones. Con ello, las educadoras y educadores deben desarrollar la reflexión constante respecto a sus prácticas en el aula considerando el contexto en el que se encuentran; ya que, si no es capaz de situarse en la realidad de los estudiantes los procesos educativos serán carentes y poco enriquecedores. De igual forma, Jara plantea que los educadores no son personas que instruyen, sino que invitan a sus estudiantes a aprender a través de un aprendizaje integral entre lo social, ético, político y educativo, favoreciendo transformaciones tanto en sus pensamientos como en sus realidades mediante el pensamiento crítico. No obstante, este autor manifiesta que la educación popular acelera los procesos de empoderamiento de los individuos que desean una verdadera transformación, ya que al constituirse como un proceso político-pedagógico se desarrolla una visión crítica y reflexiva; dejando al descubierto todas las injusticias sociales sobre todo los grupos desfavorecidos de la sociedad denostando una despreocupación por parte de los modelos políticos y económicos en los cuales nuestra sociedad se encuentra inserta. Entonces, cuando existe descontento social los individuos se ven en la necesidad de transformar la sociedad mediante la organización grupal, el trabajo comunitario, la promoción de valores enfocadas al respeto e igualdad de condiciones y oportunidad, pues cuando un Estado entra en crisis, los individuos deben ser capaces de restaurar o construir un nuevo sentido hacia sus realidades, siendo relevante la educación popular pues evidencia espacios de desigualdad e inequidad a medida que enriquece al pueblo por medio de herramientas intelectuales para luchar contra la supremacía del poder y la educación autoritaria. Cabe señalar que la sociedad ha normalizado la estratificación socioeconómica que enriquece a los grupos dominantes a medida que empobrece a los grupos dominados, siendo los niños, niñas y jóvenes quienes inician procesos de cuestionamiento respecto a cómo viven con sus familias en la sociedad y son los líderes innatos de un nuevo movimiento de cambio en base a los pensamientos críticos que desarrollan. Sin embargo, estos pensamientos, ideales y cuestionamientos de los estudiantes se encuentran en estado de hibernación que es activado a partir de la contribución de los docentes, pues son agentes transgresores que enseñan a cuestionar las propias realidades mediante espacios de diálogos. Incluso, Sousa (2006, p. 51) manifiesta que “No estamos intentando crear un pensamiento de vanguardia; lo que estamos haciendo es comprender el mundo y transformarlo junto con los movimientos y las asociaciones que comparten esa pasión con nosotros”. De este modo, la educación conlleva a movimientos sociales que producen conflicto y lucha entre los individuos acorde a la transformación de la realidad pues el ser humano reflexiona críticamente a partir de sus conflictos tanto externos como internos, los cuales surgen a partir de la injusticia, inequidad, exclusión, empobrecimiento, desigualdad y ceguera social que experimentan. En consecuencia, el pensamiento crítico hacia la cultura, política y educación son hechos actuales que se viven en la sociedad, siendo relevante que los individuos realicen procesos reflexivos respecto a sus realidades para propiciar nuevas construcciones sociales. Sin embargo, el sistema capitalista del estado chileno neoliberal ha imposibilitado los cambios estructurales que debe tener nuestra sociedad, los cuales deben sustentarse por ideologías en base a la calidad de vida que los individuos desean tener en lugar de los bienes materiales por consumismo desmesurado. Cabe señalar que los seres humanos viven y deben vivir para enriquecer su intelecto, siendo importante recordar que los individuos se encuentran en constante aprendizaje producto de los estímulos recibidos por el medio. Actualmente, la sociedad se enfrenta a una nueva realidad producto de los conflictos que generaron las diversas ideologías de pensamiento respecto a los modelos políticos, económicos, sociales y educativos normalizados durante décadas por la alta sociedad, evidenciando un descontento por parte de los integrantes de la comunidad. En efecto, la imposición de modelos tradicionales y normativos se ha encargado de imposibilitar y negar durante años la enseñanza de procesos reflexivos emancipadores con el propósito de silenciar, oprimir y restringir las voces y opiniones del pueblo; así, los individuos se ven sometidos a un sistema neoliberal que toma decisiones por ellos sin respetarlos. En este sentido, los pensamientos críticos, reflexivos y emancipadores se convierten en un proceso liberador del ser humano que fomenta la lucha por los derechos de igualdad, equidad y justicia social; por ello, es fundamental que las escuelas promuevan y garanticen la pedagogía crítica pues es una filosofía de vida que permite las verdaderas transformaciones sociales mediante el cuestionamiento de todo lo que ocurre en la sociedad. Asimismo, la pedagogía crítica corrompe a los sistemas neoliberales pues permite cuestionar y vivir la vida, evitando el adoctrinamiento de los individuos a medida que se otorga libertad para pensar y reflexionar todos los aspectos de sus realidades; así, se vuelve fundamental que los sujetos logren materializar todos sus pensamientos críticos en acciones y prácticas que les permitan realizar verdaderos cambios en la sociedad. De este modo, es esencial que los educadores promuevan procesos reflexivos a partir de la realización de preguntas pertinentes y coherentes con los diálogos entre los partícipes de la conversación, pues la educación y el conocimiento son la máxima herramienta para adquirir la verdadera libertad física, mental y espiritual. En consecuencia, en una sociedad capitalista dominada por sistemas neoliberales, el fomento del pensamiento crítico se vuelve totalmente una utopía, pues los Estados buscan garantizar la economía global por sobre el bienestar de la sociedad. No obstante, esto no significa que sea imposible, pero requiere un nivel de enseñanza que garantice el aprendizaje progresivo en torno a la reflexión crítica y emancipadora para construir ciudadanos y ciudadanas que luchen en pro de la justicia social; pues son ellos quienes deben estar dispuestos a cambiar el mundo en el que se desenvuelven día a día acorde a sus intereses y necesidades. Así, el pensamiento crítico es el único proceso educativo que puede garantizar a todos los individuos una vida plena, pues permite cuestionarse respecto a diversos aspectos y realizar modificaciones en pro del bienestar personal y comunitario.

Publicado
14-12-2020
Seção
Organização e Práticas Educativas na Educação Básica